Si en otras ocasiones te enseñábamos a preparar sopa de bacalao con azafrán y la mítica sopa de azafrán de Karlos Arguiñano, hoy te traemos una receta perfecta para complementar una buena comida con carne o con pescado: la sopa de pimientos marrones con azafrán.

Ideal como entrante ligero, esta sopa es perfecta para tomar cuando empiezan a bajar las temperaturas. Sírvela bien calentita, con pasta, trocitos de huevo duro y unos tropezones de pan frito, y te reconfortará el cuerpo y el espíritu.

¿Quieres saber cómo se cocina? Acompáñanos y te enseñaremos un plato que te ayudará a llenar la barriga en las frías tardes de octubre.

Receta: Sopa de pimientos marrones con azafrán

Ingredientes

• 6 pimientos morrones
• 1 cebolla
• 2 tomates
• 4 huevos
• 2 cucharadas de almendras picadas
• 2 dientes de ajo
• Sal
• 3 hebras de azafrán
• 4 rebanadas de pan de molde integral
• Pimienta
• 100 gramos de galets de pasta
• Aceite de oliva

Elaboración

Para comenzar esta receta con buen pie, tienes que precalentar el horno a 200°. Pela y pica los ajos, los tomates y la cebolla. Lava y limpia los pimientos y ásalos 1 hora para después dejarlos entibiar, pelarlos y cortarlos en tiras. Continúa colocando los huevos en un cazo con agua y cociéndolos durante 10 minutos. Luego, refréscalos, pélalos y pártelos en cuartos.

Para el puré de tomate, corta el pan en dados y dóralos en aceite. Rehoga la cebolla 5 minutos en una cazuela con 3 cucharadas de aceite. Agrega los ajos y las almendras, y cuece 2 minutos. Añade los tomates y el azafrán. Salpimenta, sofríe 10 minutos y tritura.

Ahora solo tienes que verter el puré de tomate y pimientos en la cazuela. Asegúrate de que tiene una textura adecuada y de que el color rojo es intenso, sin que queden grumos innecesarios en el contenido. Después, cubre con agua y cuece durante unos diez minutos para tener una mezcla perfecta.

En último lugar, prepárate para agregar la pasta y hervir durante ocho minutos. Añade los huevos y el pan frito antes de que se enfríe y ya podrás servir el plato en un bol o en un cuenco adecuado para ello.

Eso sí, en el momento de servir tienes que advertir a todos en la mesa de que se esperen unos cinco minutos a que se enfríen o se quemarán la lengua. Pueden darle vueltas con una cuchara o, simplemente, soplar a la cuchara, lo que también les ayudará a comprobar si está bien de sal o prefieren que tenga un poco más de condimento.

Como ves, elaborar este plato es sencillísimo y tendrás un recurso de lujo para complementar cualquier plato principal durante las comidas. No dudes en enseñárselo a tus amigos para que ellos también puedan presentarlo a sus comensales y juntos disfrutéis de unas cenas de ensueño en casa.