La chevakía marroquí es un delicioso dulce tradicional especialmente popular durante el Ramadán o en celebraciones familiares. Combina texturas crujientes y sabores intensos gracias a la fritura, la miel y las especias. Al incorporar azafrán, añadimos un matiz dorado, su característico aroma floral y un punto de sofisticación que convierte este dulce en una experiencia gourmet.
En este post, aprenderás paso a paso cómo preparar este dulce laborioso pero muy gratificante, con consejos para hacerlo de forma fluida y sugerencias para mantenerlo fresco durante días.

Ingredientes (8–10 raciones)
• 500 g de harina de repostería
• 1 sobre de levadura química
• 1 pizca de sal
• 70 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
• 210 ml de agua caliente
• 100 g de almendra cruda pelada
• 5–6 hebras de azafrán
• 1 cucharadita de vinagre de manzana
• 2 cucharadas de canela molida
• 2 cucharadas de agua de azahar
• 1 cucharada de anís en grano
• 1 yema de huevo
• 2 chupitos de anís
• Aceite abundante para freír
• 500 g de miel (para rebozar)
• Sésamo tostado para decorar

Tiempo de preparación
• Preparación: 30 min
• Reposo de masa: 30 min
• Formado: 45 min
• Fritura y rebozado: 45 min
• Total aproximado: 2 h 30 min

Elaboración Paso a Paso
1. Infusión de azafrán y almendras
Calienta el agua hasta ebullición, añade las hebras de azafrán y deja reposar tapado. Mientras tanto, tritura las almendras hasta obtener un polvo fino. Derrite la mantequilla y resérvala.
2. Preparar la masa
Tamiza la harina junto a la levadura y la sal. En un bol grande, mezcla:
1. La mantequilla derretida y las almendras molidas.
2. El agua infusionada con azafrán (una vez templada).
3. El vinagre, agua de azahar, canela, anís, yema de huevo y anís líquido.
Integra bien y amasa hasta obtener una bola lisa. Cubrir con film y refrigerar 30 min.
3. Prueba de sazonado
Antes de continuar, toma un trocito de la masa, fríelo como un mini chevakyia y baña en miel. Prueba y ajusta canela o agua de azahar si necesario.
4. Formado artesanal
Divide la masa en 3–4 porciones. Estira cada una hasta medio centímetro. Corta rectángulos de unos 14×20 cm, luego en tiras estrechas y haz un corte perpendicular al centro. Une cinco tiras tirando y pellizcando extremos para crear la forma característica.
5. Fritura y rebozado
Calienta abundante aceite. Fríe cada chevakyia hasta dorar por ambos lados. Luego pásalo directamente a un recipiente con miel caliente, rebozar bien y después deposítalo sobre una rejilla para escurrir. Espolvorea con sésamo mientras la miel aún está caliente.
6. Repetir y conservar
Sigue con el resto hasta terminar la masa. Una vez frío, guarda en un recipiente hermético. Se conserva fresco y delicioso varios días.

Consejos útiles
1. Amasado firme: asegúrate de que la masa está bien ligada para poder estirarla sin romperla.
2. Aceite a temperatura adecuada: si está frío, absorberán exceso; si muy caliente, se doran por fuera y quedan crudos.
3. Miel caliente justo: debe cubrir bien sin ser demasiado líquida.
4. Almacenamiento inteligente: mantenlos en recipiente hermético y alejado de la humedad.
5. Variante gourmet: añade ralladura de naranja a la miel o usa flores de azahar frescas para un aroma sofisticado.

¿Por qué incluir azafrán?
• Color y aroma inigualables: el azafrán realza visualmente con su tono dorado y un aroma floral dulce.
• Sabor con matices: suave, ligeramente amargo, combina con la miel y la canela.
• Toque de lujo: un dulce humilde se eleva a ritual gourmet gracias a este «oro rojo».

Un poco de historia
La chevakía, también llamada mkherqa, tiene raíces bereberes y agrícolas. Su consumo durante el Ramadán y fiestas familiares refleja la tradición de compartir y la hospitalidad marroquí. El uso del azafrán en este contexto añade capas culturales: en la cuenca mediterránea, su cultivo milenario ha sido símbolo de celebración y riqueza culinaria.

Conclusión
La chevakía marroquí con azafrán es más que un dulce: es un símbolo de tradición, paciencia y sabor. Una buena opción para eventos familiares, festividades religiosas o meriendas especiales. Su textura crujiente bañada en miel aromatizada conquista cualquier paladar.