Buñuelos de bacalao ¿los ponemos un toque de azafrán?

Incluyendo bacalao en tu menú siempre triunfarás, pues es uno de los pescados que mejor acogida tienen, pero si lo que quieres es un entrante sabroso de calidad no dudes en preparar unos buñuelos de bacalao especiales, ¿el secreto? ¡Un toque de azafrán!

 

Ingredientes de los buñuelos de bacalao 
  • 250 gr. de bacalao salado.
  • 1 huevo.
  • 100 gr. de harina.
  • 2 dientes de ajo.
  • Perejil.
  • Hebras de Azafrán de Antonio Sotos.
  • 75 ml. de leche.
  • 75 ml de agua procedente de escaldar el bacalao.
  • 1 sobre de levadura.

 

¿Cómo hacemos los buñuelos de bacalao?

Lo primero que hay que hacer es preparar el bacalao y para ello, lo lavamos con agua fría y lo dejamos en un recipiente cubierto de agua. El tiempo recomendado para mantener el bacalao en el agua es de 2 o 3 horas durante las cuales tendremos que cambiar el líquido un par de veces.

 

Para comprobar que el bacalao está en su punto perfecto probamos un trocito, y el sabor tiene que ser ligeramente salado pero agradable al paladar.

 

Ponemos agua caliente en un cazo y le añadimos el bacalao. Una vez que ésta comience a hervir sacamos el pescado, lo escurrimos, guardando el agua para utilizarla posteriormente, y lo desmenuzamos para conseguir migas de bacalao. Lo ideal es no dejarlo demasiado desmenuzado, pues el sabor es más intenso si los trozos son ligeramente más grandes.

 

Picamos o machacamos en el mortero los dientes de ajo y el perejil, añadimos el huevo y batimos un poco todos los ingredientes. Después cogemos los 75 ml de leche y de agua del hervido y lo juntamos con la mezcla anterior. Por último ya sólo nos queda añadir la harina, la levadura, las hebras de azafrán y batimos todo junto hasta que no se vean grumos.

 

Una vez que la mezcla anterior está uniforme echamos las migas de bacalao, un toque de sal (si lo consideras necesario) y lo dejamos reposar para que la levadura comience a hacer su efecto.

 

Calentamos aceite para freír en un cazo y mientras se caliente creamos bolitas con la masa. ¡Un truco! Si te ayudas de dos cucharas obtendrás unas bolas perfectas y no te quemarás con el aceite.

 

Vamos echando las bolas al aceite, cuidadosamente de que el aceite caliente no salte. Caerán al fondo, pero poco a poco irán subiendo y se quedarán flotando. Vamos dando la vuelta a los buñuelos para que cojan un tono dorado igualado y estén listos para sacarse en un recipiente con un papel absorbente del aceite sobrante.

 

¡Ya están listos tus deliciosos buñuelos!

 

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